martes, 15 de octubre de 2013

Reforma hacendaria: recaudatoria o redistributiva

De inmediato salieron a relucir las protestas entre varios diputados de diversos partidos ante algunas de las propuestas de la reforma hacendaria que explicó el doctor Luis Videgaray Caso; por ejemplo, hubo legisladores que se levantaron a protestar contra la posibilidad del cobro de impuestos a las colegiaturas (quizás porque sus hijos van a colegios particulares); asimismo, diputados de la frontera norte levantaron la voz en contra de la homologación de la tasa que se paga en la frontera norte (de 11 a 16 por ciento de cobro de impuestos), sin hacer un análisis previo de la situación: simplemente se opusieron; sin embargo, en ese caso, muchas empresas maquiladoras hacen su agosto deliberadamente, pues producen en un estado no fronterizo, pero radican su domicilio en la frontera, de modo que se ahorran el cinco por ciento de los impuestos que deberían pagar en donde físicamente producen; y, peor aún, en la misma frontera los precios de los productos no son cinco por ciento más baratos, como se esperaría, dado que a las empresas les cuesta producir la mercancía cinco por ciento menos que en otros lados; sin embargo, cuesta lo mismo en la frontera que en otros lados. Los legisladores que protestaron no se vieron muy bien, más bien debieron oponerse a que las empresas no cobren sus productos cinco por ciento más baratos. También les preocupó el tema del pago de impuestos por rentas e hipotecas, pues algunos de ellos son socios y amigos cercanos de personas relacionadas con el sector inmobiliario, quienes ahora tendrán que pagar impuestos que antes no cubrían. Preocupaba también a algunos legisladores el tema www.buzos.com.mx de los “tiempos compartidos” en el sector turismo, asunto en el que las empresas que operan con esas características son unas verdaderas saqueadoras de las clases medias y acumulan fortunas millonarias explotando la esperanza que mucha gente tiene de disfrutar una semana de vacaciones en “tiempo compartido”; pero como algunos empresarios van a resultar afectados por el fisco, sus amigos o parientes diputados se lanzaron a defenderlos. Por el lado del impuesto sobre la renta (ISR), entendida la palabra “renta” como ingreso, estamos ante un impuesto que se cobra sobre la base del ingreso y paga actualmente con una tasa del 30 por ciento. En la nueva reforma hacendaria se plantea un cobro diferenciado (con un carácter un tanto cuanto más progresivo, en el sentido de que pague más quien más tenga), de tal suerte que aquellos que tuvieran un ingreso de más de medio millón de pesos al año, segmento social de altos ingresos que apenas representa el uno por ciento de la población, paguen el 32 por ciento de ISR; es decir, sólo 2 por ciento más que el resto. También en este caso algunos diputados se opusieron al aumento, quizás porque entran en esa categoría. En un país tan desigual como el nuestro, un cobro de impuestos progresivo es correcto y necesario; pero la clase pudiente, como es lógico, no puede ver sino sus intereses: no comprende (o no quiere comprender) que la riqueza es fruto del trabajo del hombre y que quienes producen en este país trabajan sin disfrutar de lo que hacen, pues reciben un salario miserable que no equivale ni a la canasta que le permita reproducir sus fuerzas y su clase; por lo tanto, la riqueza que los

Reforma hacendaria: recaudatoria o redistributiva

De inmediato salieron a relucir las protestas entre varios diputados de diversos partidos ante algunas de las propuestas de la reforma hacendaria que explicó el doctor Luis Videgaray Caso; por ejemplo, hubo legisladores que se levantaron a protestar contra la posibilidad del cobro de impuestos a las colegiaturas (quizás porque sus hijos van a colegios particulares); asimismo, diputados de la frontera norte levantaron la voz en contra de la homologación de la tasa que se paga en la frontera norte (de 11 a 16 por ciento de cobro de impuestos), sin hacer un análisis previo de la situación: simplemente se opusieron; sin embargo, en ese caso, muchas empresas maquiladoras hacen su agosto deliberadamente, pues producen en un estado no fronterizo, pero radican su domicilio en la frontera, de modo que se ahorran el cinco por ciento de los impuestos que deberían pagar en donde físicamente producen; y, peor aún, en la misma frontera los precios de los productos no son cinco por ciento más baratos, como se esperaría, dado que a las empresas les cuesta producir la mercancía cinco por ciento menos que en otros lados; sin embargo, cuesta lo mismo en la frontera que en otros lados. Los legisladores que protestaron no se vieron muy bien, más bien debieron oponerse a que las empresas no cobren sus productos cinco por ciento más baratos. También les preocupó el tema del pago de impuestos por rentas e hipotecas, pues algunos de ellos son socios y amigos cercanos de personas relacionadas con el sector inmobiliario, quienes ahora tendrán que pagar impuestos que antes no cubrían. Preocupaba también a algunos legisladores el tema www.buzos.com.mx de los “tiempos compartidos” en el sector turismo, asunto en el que las empresas que operan con esas características son unas verdaderas saqueadoras de las clases medias y acumulan fortunas millonarias explotando la esperanza que mucha gente tiene de disfrutar una semana de vacaciones en “tiempo compartido”; pero como algunos empresarios van a resultar afectados por el fisco, sus amigos o parientes diputados se lanzaron a defenderlos. Por el lado del impuesto sobre la renta (ISR), entendida la palabra “renta” como ingreso, estamos ante un impuesto que se cobra sobre la base del ingreso y paga actualmente con una tasa del 30 por ciento. En la nueva reforma hacendaria se plantea un cobro diferenciado (con un carácter un tanto cuanto más progresivo, en el sentido de que pague más quien más tenga), de tal suerte que aquellos que tuvieran un ingreso de más de medio millón de pesos al año, segmento social de altos ingresos que apenas representa el uno por ciento de la población, paguen el 32 por ciento de ISR; es decir, sólo 2 por ciento más que el resto. También en este caso algunos diputados se opusieron al aumento, quizás porque entran en esa categoría. En un país tan desigual como el nuestro, un cobro de impuestos progresivo es correcto y necesario; pero la clase pudiente, como es lógico, no puede ver sino sus intereses: no comprende (o no quiere comprender) que la riqueza es fruto del trabajo del hombre y que quienes producen en este país trabajan sin disfrutar de lo que hacen, pues reciben un salario miserable que no equivale ni a la canasta que le permita reproducir sus fuerzas y su clase; por lo tanto, la riqueza que los

Reforma hacendaria: recaudatoria o redistributiva

De inmediato salieron a relucir las protestas entre varios diputados de diversos partidos ante algunas de las propuestas de la reforma hacendaria que explicó el doctor Luis Videgaray Caso; por ejemplo, hubo legisladores que se levantaron a protestar contra la posibilidad del cobro de impuestos a las colegiaturas (quizás porque sus hijos van a colegios particulares); asimismo, diputados de la frontera norte levantaron la voz en contra de la homologación de la tasa que se paga en la frontera norte (de 11 a 16 por ciento de cobro de impuestos), sin hacer un análisis previo de la situación: simplemente se opusieron; sin embargo, en ese caso, muchas empresas maquiladoras hacen su agosto deliberadamente, pues producen en un estado no fronterizo, pero radican su domicilio en la frontera, de modo que se ahorran el cinco por ciento de los impuestos que deberían pagar en donde físicamente producen; y, peor aún, en la misma frontera los precios de los productos no son cinco por ciento más baratos, como se esperaría, dado que a las empresas les cuesta producir la mercancía cinco por ciento menos que en otros lados; sin embargo, cuesta lo mismo en la frontera que en otros lados. Los legisladores que protestaron no se vieron muy bien, más bien debieron oponerse a que las empresas no cobren sus productos cinco por ciento más baratos. También les preocupó el tema del pago de impuestos por rentas e hipotecas, pues algunos de ellos son socios y amigos cercanos de personas relacionadas con el sector inmobiliario, quienes ahora tendrán que pagar impuestos que antes no cubrían. Preocupaba también a algunos legisladores el tema www.buzos.com.mx de los “tiempos compartidos” en el sector turismo, asunto en el que las empresas que operan con esas características son unas verdaderas saqueadoras de las clases medias y acumulan fortunas millonarias explotando la esperanza que mucha gente tiene de disfrutar una semana de vacaciones en “tiempo compartido”; pero como algunos empresarios van a resultar afectados por el fisco, sus amigos o parientes diputados se lanzaron a defenderlos. Por el lado del impuesto sobre la renta (ISR), entendida la palabra “renta” como ingreso, estamos ante un impuesto que se cobra sobre la base del ingreso y paga actualmente con una tasa del 30 por ciento. En la nueva reforma hacendaria se plantea un cobro diferenciado (con un carácter un tanto cuanto más progresivo, en el sentido de que pague más quien más tenga), de tal suerte que aquellos que tuvieran un ingreso de más de medio millón de pesos al año, segmento social de altos ingresos que apenas representa el uno por ciento de la población, paguen el 32 por ciento de ISR; es decir, sólo 2 por ciento más que el resto. También en este caso algunos diputados se opusieron al aumento, quizás porque entran en esa categoría. En un país tan desigual como el nuestro, un cobro de impuestos progresivo es correcto y necesario; pero la clase pudiente, como es lógico, no puede ver sino sus intereses: no comprende (o no quiere comprender) que la riqueza es fruto del trabajo del hombre y que quienes producen en este país trabajan sin disfrutar de lo que hacen, pues reciben un salario miserable que no equivale ni a la canasta que le permita reproducir sus fuerzas y su clase; por lo tanto, la riqueza que los